DE 1989 HASTA NUESTROS DÍAS
En 1989, los dueños del actual Brandi (Rosa Ana Lainez y Gabriel Collado) deciden empezar un pequeño negocio en Sitges (Barcelona). Un mundo desconocido para ellos, excepto por la experiencia previa de Rosa Ana, ya que había estado trabajando en boutiques importantes en Oxford Street y Kings Road (Londres) durante tres años.
La primera tienda se abre en la galería Les Voltes, la cual fue remodelada por los propios dueños. Este primer negocio cuajó y fue entonces cuando se abrió una segunda tienda en la C/ San Francisco. En la primera se vendía ropa barata, mientras que la segunda era una boutique con ropa de diseñadores de renombre como: Calvin Klein, Versace, Jean Paul Gaultier, Armani, Custo Line, John Richmond, Comme des Garçons, etc.
Después se introdujo una marca española, Etxart&Panno. Los dueños simpatizaron con él, y al ver que en los almacenes de su marca tenía muchos excedentes, les propuso vendérsela a bajo precio. Esto tuvo un gran éxito, y ni siquiera eran conscientes de que estaban sentando los precedentes de un nuevo concepto de tienda: la outlet.
Se abrió una tercera tienda y pronto surgió el nombre de la pequeña cadena: 393, una combinación de los números de los locales (tres tiendas en el número 39). Se quiso seguir con la línea low cost y 393 se expandió por Cataluña. Esta cadena fue de las primeras en la implantación de un innovador low cost que hacía competencia a Zara. Es decir, prendas económicas que seguían las tendencias.
En 2012 la cadena 393 quiso renovar su imagen y pasó a llamarse Brandi.
La primera tienda se abre en la galería Les Voltes, la cual fue remodelada por los propios dueños. Este primer negocio cuajó y fue entonces cuando se abrió una segunda tienda en la C/ San Francisco. En la primera se vendía ropa barata, mientras que la segunda era una boutique con ropa de diseñadores de renombre como: Calvin Klein, Versace, Jean Paul Gaultier, Armani, Custo Line, John Richmond, Comme des Garçons, etc.
Después se introdujo una marca española, Etxart&Panno. Los dueños simpatizaron con él, y al ver que en los almacenes de su marca tenía muchos excedentes, les propuso vendérsela a bajo precio. Esto tuvo un gran éxito, y ni siquiera eran conscientes de que estaban sentando los precedentes de un nuevo concepto de tienda: la outlet.
Se abrió una tercera tienda y pronto surgió el nombre de la pequeña cadena: 393, una combinación de los números de los locales (tres tiendas en el número 39). Se quiso seguir con la línea low cost y 393 se expandió por Cataluña. Esta cadena fue de las primeras en la implantación de un innovador low cost que hacía competencia a Zara. Es decir, prendas económicas que seguían las tendencias.
En 2012 la cadena 393 quiso renovar su imagen y pasó a llamarse Brandi.